viernes, 23 de agosto de 2013

Señoras desesperadas: historias de pescadería

Toñi. Todo eso es fresco porque lo dice ella.


¡¡Que hoy he ligado!!
Con 6 señoras. Eran amigas de mi abuela. Más monas...
Os vengo a contar la historia de hoy. Bueno, más bien el momento de la mañana en el que me dispuse a ir a la pescadería con mi abuela después de hacer varias cosas. Os la voy a contar en cursiva porque en cursiva es todo más dramático, más dramatúrgico, más bidé. 

Érase una vez una abuela y su nieto, o sea, yo, que después de una no larga mañana de recados se disponían a hacer unas compras. Lo normal, un poco de allí, un poco de allá, un poco de pescado. Vamos, que entraron en la pescadería. Allí se encontraba la pescadera, Rafi, muy puesta en sus labores, con un porte digno de mujer andaluza y un cuchillo mu' mu' mu' grande en una mano. De esas mujeres de las que aceptas que ese pescado esté fresco aunque tenga moscas en la cola. En una silla de la diminuta tienda se encontraba sentada otra señora, de una edad que pasaba de los 60 SEGURO que conocía a mi abuela. O eso parecía.

MUJER SENTADA: ¿Qué pasa, Conchi?
MI ABUELA: Aquí estamos comprando, ... ''Marisol'' (por poner un nombre, que no me acuerdo, 'cohone') con mi nieto.
MUJER SENTADA: Ay, ¿éste es tu nieto? Qué guapo.

¿Se considera ligar que SEIS ABUELAS te miren de arriba a abajo y le den la aprobación a la tuya ligar? Porque entonces yo ya.

LA PESCADERA: Sí, sí, ¿qué pasa, Conchi? ¿Qué vas a querer? 
MI ABUELA: (como si nada) Marisol, qué bien te veo, ¿cómo tienes los brazos?
MUJER SENTADA: (levantando los brazos y enseñando los sobacos con 3 pelos) ¿No me ves? Ya estoy curá del tó.
LA PESCADERA: (dirigiéndose a mí) Ésta mujer es insoportable, ¿eh? 
MI ABUELA: ¡¡Cheeee!! A ver qué tienes hoy.
LA PESCADERA: ¡Pues no ves que lo tengo tó fresco, por favor! Mira qué mejillones, tan frescos, que hasta andan solos. ¡¡Que andan solos!! (con el cuchillo en la mano y meneándolo. Yo ya estaba preparando mi sí con la cabeza, pero nunca me miró, menos mal).
MUJER SENTADA: Oye, tu no eras pariente de ''el Virutas''.
MI ABUELA: No, ese a mí no me toca ná. Ese es primo de la nieta de mi sobrina que es amiga de mi hermana la ciega que tuvo un hijo con... (o algo así, parentescos lejanos).
LA PESCADERA: Conchi, que me digas qué quieres.
MI ABUELA: A ver, dame medio kilo de los boquerones esos. Esos. ... (después de un silencio incómodo) Pero te he dicho medio kilo, no 700 gramos. ¡Es que esta mujer hace siempre lo que le da la gana! (como si fuerais hermanas, oye, a vuestro rollo).
LA PESCADERA: Andaaaa...
MUJER SENTADA: Oye, Conchi, ¿a tí no se te ha muerto tu madre?
LA PESCADERA: ¿Qué dice esta?
MI ABUELA: Anda, que estás pirá, la que se ha muerto es la mujer con la que se casó mi padre.
MUJER SENTADA: Esa a tí no te toca ná, claro.
LA PESCADERA: ¿Algo más, Conchi?
MI ABUELA: Dame calamares. Adrián, ¿quieres perejil y te lo llevas a Sevilla? (mi abuela, que me quiere mucho)
YO: Vale.
LA PESCADERA: Ah, ¿que estás en Sevilla?
MI ABUELA: Sí, este te va a hacer tu futura casa, Rafi.
YO: Jajajaja. (no)
LA PESCADERA: Dí que sí, a ganar 'muchos dineros'. Que luego ninguna mujer te los quite. Que hay muchas lagartas (qué ataque más gratuito en contra de las mujeres).
MI ABUELA: ¡Y lagartos! Anda que no. Yo conocía a un hombre que tenía una vara de estas, un bastón, y cada vez que veía a la mujer, que era mu' chiquitillaaa, mu chiquitillaaa, le pegaba con la vara en donde pillaba: en las piernas, en la cabeza...
LA PESCADERA: Sí, a mí que me toque...
MUJER SENTADA: A mí me pega con la vara y se la meto en la polla.
YO: Jajajajajaja. (mucho jajaja, mucho)
LA PESCADERA: Anda, la ordinaria esta.
MI ABUELA: Oi, oi, oioioioi. ¿Cuánto es?
LA PESCADERA: Ocho con cincuenta.
MI ABUELA: Anda, que no me cobras caro.
LA PESCADERA: ¡Pero si es tó super fresco! Mira los mejillones, que corren solos. ¡Que corren solos!
MI ABUELA: Bueno, hasta luego guapas.
MUJER SENTADA: Adiós, Conchi. Adiós, guapo, estudia mucho.
LA PESCADERA: Eso, que estudie mucho que te tiene que hacer una casa a ti también.
MUJER SENTADA: A mí me tiene que hacer un cuarto baño donde me quepa la polla.

La historia de mi vida. Lo juro.

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