jueves, 29 de marzo de 2012

Los bolsillos y todos los objetos destinados a perderse en ellos

Si ahora mismo tienes puestos unos leggings o un pijama sin bolsillos, no sé qué haces leyendo esto.

Ayer me dí cuenta de que mis pantalones favoritos tienen un agujero. En el bolsillo. Lo cual explicaría por qué el otro día tuve que pagar con un billete de 20 euros un chicle. No es que quiera aparentar, señora, es que mi madre lava la ropa con monedas picudas. Los bolsillos son un mundo. Si no tienes uno, no eres nadie. Eran, son y serán el iPhone de nuestra generación, por más que diga Steve Jobs (decía...). ¿Para qué quieres un iPhone si no tienes un bolsillo donde guardarlo? Te pillé, Macaré.

Hoy me siento filofósico. Y no, no voy a hacer un anuncio de Evax, pero ¿para qué sirve un bolsillo? Para meter monedas no, porque se pierden. Para meter la mano tampoco, porque no caben, a no ser que seas un moderno. Yo tengo la respuesta: para meter cosas de bolsillo. Bueno, en realidad ni para eso. Las cosas de bolsillo para guardar en los bolsillos solo tienen que tener una característica: no caber en uno. ¿Que quieres hacer tomates de bolsillo? ¡Pues hazlos! Pero que sean tan grandes como un piano, por dios. Están los libros de bolsillo, que si a unas malas te compras un pantalón XXXXL y te metes uno en el bolsillo, pareces Chuck Norris en su mejor película western, solo que tú no puedes andar.También están las linternas de bolsillo, que no alumbran una mierda e incluso el otro día vi en la tele ¡botellas de bolsillo! Sí, sí. Al grito de ''nuevo Font Vella pocket, para llevarla a donde quieras''. Entonces, si me voy al desierto, de excursión, me llevo la Fontvellita de los huevos... TU LO QUE QUIERES ES QUE ME MUERA DE SED.

Otro aspecto que me pone de los nervios es la forma de los putos bolsillitos. Ahora, famosa discoteca tienda de moda Bresshhhka ha decidido que los pantalones ajustaditos para las mujeres, con las que puedes leerle los labios, llevan bolsillos. Pero no queda ahí la cosa. ¡BOLSILLOS CON CREMALLERA! O sea, como si no era difícil meter algo ahí ya, ahora le ponen cremallera. Es que de ahí ya ni sale ni entra ná, vamos. Si las chonis se quedan embarazadas será por vuestra culpa, Bresssshhhka, porque no pudieron sacar el condón de su bolsillo a tiempo. Luego están las típicas cazadoras, tipo coronel, que tienen más bolsillos que cosas que meter en ellos. No os hagáis los tontos, el bolsillo de la teta sólo y exclusivamente es para Indiana Jones. Si metes algo ahí puedes alterar el espacio-tiempo y ya es medievo en el Corte Inglés.

domingo, 18 de marzo de 2012

Dudas existenciales de una aceituna vestida de gitana

¿Por qué  las aceitunas están más buenas cuanto más mierda le echas? ¿Por qué es imposible quitarle la grasa a los tuppers? ¿Por qué las madres sí pueden? ¿Por qué un chino parpadea más rápido que tú? ¿Por qué están de moda ahora los vinilos si no caben en ningún sitio? ¿Por qué los libros de bolsillo no caben en ningún bolsillo? ¿Por qué te das cuenta de que se te ha roto el bolsillo cuando se te ha perdido dinero? ¿Por qué los vasos de beber agua se lavan? ¿Con agua otra vez? ¿Pero qué clase de idiota inventó eso? ¿Por qué en casa de las abuelas siempre hay al menos un plato de cristal? ¿Para qué sirven las uñas aparte de para comérselas? ¿Por qué no hay ninguna transexual que se llame Pepi? ¿Paca? ¿Rocío? ¿REMEDIOS? ¿Quién hace los inexplicables agujeros de las camisetas? ¿Por qué María Teresa Campos mueve las tetas al reírse? ¿Quién se cree que es? ¿Por qué pone la gente avatares de famosos muertos en Twitter? ¿Por qué no puedo chuparme el codo? ¿Por qué lo intentas ahora? ¿Por qué McDonald's no me pone un poco más de Coca-Cola en mis hielos? ¿Por qué?

Y otra cosa... ¿¿POR QUÉ NADIE MULTA A LOS DUEÑOS DE LOS CABALLOS POR DEJAR LA MIERDA POR LAS CALLES??

viernes, 16 de marzo de 2012

Productos dedicados a ir al fondo de la despensa

Llegar con tu compra a casa es muy bonito.
- Hola!
- Hola. ¿Qué has comprado?
- Pues esto, esto, esto, esto, esto para cenar, esto, esto que estaba en oferta, esto, esto, esto y este té de cola de caballo que seguro que sabe a vómito de cabra, pero dicen que es bueno para el tránsito.
- Ah, sí, yo tengo champú de cola de caballo también.
- ¿También es bueno para el tránsito?

No, en serio. Muchas veces compramos lo que sea por tal de llenar la despensa. Si rebosa, nos sentimos mejores personas. Una vez llegue a comprar un 3x1 en papel higiénico. ESO NO HABÍA CULO QUE LO GASTARA. Os invito a retirar los zumos con leche, los chocolates y las galletas, y mirar al fondo de vuestra despensa, donde verdaderamente está la comida que no engorda. Yo lo hice ayer, y esto es lo que me encontré y pude identificar.

Paquete medio abierto de tallarines Mercadona. Menos mal que a la pasta no le sale moho, porque eso ahora mismo sería una croqueta. ¿Habéis oído hablar de esa cosa llamada ''fecha de caducidad de la pasta''? Yo tampoco, hasta ahora.
Un paquete de tostaditas incomibles cogidas con una pinza rosa del tendedero de la vecina. Me las solía comer con mermelada y philadelphia, hace 3 meses.
Una patata verde. 
Una bolsa de nueces de San Antonio. Eso más que nueces parecían pasas. Pero si son de San Antonio, igual también son buenas para el tránsito, así que eso lo reciclo.
Un ajo. Uno solo. Solo uno.
Un brick de nata, 250 ml. No lo gasto por rabia. Me compré un horno en el que no se podían hacer dulces, y esa nata sigue esperando acabar en una bonita tarta.
34 botes de judías, fabada asturiana y cocido madrileño. Para picar entre horas.
Un bote de espárragos, el cual aún sigo sin poder abrir.
Una latita mini de coles de bruselas. ¿En qué momento de mi existencia he comprado yo ésto? Ni siquiera me gustan, ni las pienso probar.
3 o 4 paquetes de sopa de sobre Gallina Blanca. Ya lo dice el refrán, tomar sopa es de sobres.

Creo que no había nada más (reconocible). Las despensas siguen el orden el universo, y haya lo que haya, siempre da para hacer una ensalada. Lo que no sé es donde voy a poner el bote de espárragos, porque eso no hay ser humano que lo abra. Ahora me voy a comer un paquete de galletas que encontré la semana pasada. Le he quitado las 5 primeras capas y pa dentro.

Yo en el fondo creo que las fábricas hacen estos alimentos porque saben que van a acabar allí. Además la mayoría de ellos están colocados en sitios estratégicos: las cajas de los supermercados. Anda que no habré oído yo veces:
- Nena, llévate estos chorizos criollos, que están de oferta.
- Ay, pues mira, sí. Le quito la primera capa y se lo pongo al niño para el desayuno.

Y así con todo.
- Nena, llévate estas latas de callos con berenjenas, que están de oferta.
- Ay, pues mira, sí. Le quito la primera capa y se lo pongo al niño para el desayuno.

Desde chocolatinas derretidas, hasta ofertas de maquinillasdeafeitar+cualquiercosacomestible, pasando por preservativos en mal estado (que no sé porque los ponen ahí, si de ahí nadie los coge), latas de calamares en su tinta, con fotos de calamares, como con pelos, latas de sardinas en aceite, como con pelos, y las cosas que la gente se deja en la caja, que debe ser:
- Son 36,80 €
- Ay, solo me he traido 35. Cariño, deja lo que tenga el envase más feo.
Y así se quedan allí todos los yogures que no tienen fotos de frutas, o los espárragos que nade puede abrir y que Adrián se lleva a su casa. Y llevan una foto de espárragos con mayonesa. Como con pelos.



domingo, 11 de marzo de 2012

Señoras de aparente edad en la parada del autobús cansadas de la vida de barrio pero deseosas de llegar a casa para ver la telenovela

Hoy he estado en uno de los barrios más conflictivos de Sevilla. No voy a decir cual es porque no quiere desvelar su identidad, aunque el ayuntamiento considera conflictivo cualquier lugar en el que haya hileras de bragas en la fachada de un edificio, porque sino, no me lo explico. Total que tuve que ir y eso bla bla bla nada más. Todos los barrios de Sevilla son diferentes: diferentes culturas, diferentes personas, diferente arquitectura, pero todos tienen 3 cosas en común: los carriles-bici que acaban en la nada, las mierdas de perro al lado de papeleras y las abuelas hablando de sus nietos / cocidos / miraelmoñoquemehahecholaniñaésta / quecalóhaseestoyasfisiáysamarreoelabanicocontramipecho.
Las citadas señoras, se sientan media hora diaria en una parada de autobús. Nadie sabe de dónde vienen, nadie sabe a dónde van. Pero ahí están, incordiando.
SEÑORA 1: (llega y se sienta) Ay, por dios, que calor hace. No quiero saber cuando llegue el verano, yo es que no salgo de mi casa. (Puesto que estaba sola y hablando, por no dudar de su estado mental, la miré. Sonreí).
SEÑORA 2: Ay, por dios que calor. (Se sienta también). ¿Ha pasado ya el 13?
SEÑORA 1: Que va, llevo aquí media hora y nada. (Un momento. O el espacio-tiempo se curva en una parada de autobús, o es que mi móvil no va bien, porque llevaba sentada 5 MINUTOS DE RELOJ.)
SEÑORA 2: Estos del ''Trusán'' desde luego que no tienen perdón. ¡Pues no que el otro día el hombre no me quiso abrir la puerta! Que se me había escapado de la parada y se había parado en el ''sefófaro'' (LO JURO QUE LO DIJO) y no me quiso abrir el pachón.
Me sentía en un campo gravitatorio originado por el esas pelucas. Una más rubia que morena y otra color morado/verde/marrón/tuttifrutti, que deberían quitarle el diploma a esa peluquera. Nada más que imaginarme a esas señoras correr detrás del bus con esa peluca encima, me miccionaba un poquito.
SEÑORA 2 OTRA VEZ: Y el Manolo que hace? (Ah, si ya encima se conocen, yo me caigo aquí muerto)
SEÑORA 1: Pues ahí se ha quedado.
SEÑORA 2: Yo al mío lo he dejado en lo del banco.
Pasó el 11, el 12, el 11 otra vez, el 24 y el 14. Ese autobús DEL DEMONIO no aparecía por la parada, tras 20 angustiosos minutos escuchando hablar sobre ''la Charo'', que por lo que despotricaban de ella, no sabía si era charcutera, otra abuela con peluca, trapecista o bombera, me decidí a ir a otra parada porque eso no había manera de que pasara. A lo que me doy la vuelta y viene el 13. Le pago, UN EURO CON TREINTA CÉNTIMOS, SINÓNIMO DE ROBO, pero eso es otro tema por el que matar a ''Trusán''. Me siento en el asiento de atrás, los que vienen juntos, porque la penúltima fila es un muro infranqueable para una señora mayor. Eso, los niños que van en sillones para embarazadas y los asientos que van mirando para atrás. Una vez se me ocurrió sentarme en uno que miraba para delante y ya había una (no las ves venir) diciéndome que si le cambiaba el sitio, que se mareaba.
Ah, y cuando el autobús va lleno, no te puedes sentar. Le tienes que dejar el asiento a la señora que más se queje. Es un mandamiento de abuela, el cual nadie sabe si no tiene 65 años y un carnet que al pasar por el cancelador, hace un ruidito diferente al tuyo. Yo de pequeño quería un carnet como esos. ¡Quería mi ruidito!



viernes, 9 de marzo de 2012

Mi más enérgica desaprobación hacia la nata que se queda por encima en la leche caliente

Los lecheros (o la gente que hace la leche, que ahora mismo no me viene la palabra a la cabeza) siempre han sido muy de sacar la nata de la leche y ponérsela en un pan, cual pobre desnutrido. No puede haber cosa más asquerosa. Bueno, sí que la hay, cuando mi hermana se sonó los mocos en un vídeo y cuando enseñó el pañuelo a cámara no era verde, ni amarillo, ni blanco. Era rojo.

Lo que esto viene a decir es que no tengo ni puta idea de lo que estoy escribiendo. Esta es la primera entrada del blog. No esperéis mucho, tengo sueño, he comido poco, un pájaro se ha cagado en mi ventana, lo he tenido que limpiar y tengo las fuerzas necesarias para mover los dedos sobre el teclado. fikghtfn. Sí, eso ha sido un cabezazo. ¿Que de qué voy a hablar de aquí? Pues voy a hacer lo que básicamente he hecho toda mi vida: quejarme. Me quejo de los ruidos, me quejo de la nata de la leche, me quejo de los cacahuetes cerrados que vienen en las bolsas de cacahuetes abiertos (que no nos engañen, que nos digan la verdad), me quejo de mí mismo, me quejo de los lápices blandos que aprietas un poco más de la cuenta y ¡zas! se parte la punta de pintar, me quejo de los correos de la universidad que te despiertan a ciertas horas en las que deberías dormir mucho mucho pero un amor de persona ha decidido que no, que tu sueño no vale más que una berenjena y es más importante que te envíen el boletín de noticias de tu facultad (el cual no lee nadie), me quejo por la economía y por lo mal que huele el cabrales pero como nos gusta. No me preguntéis como ha salido el nombre del blog porque no lo sé. Bueno sí:
- Fran, dime un nombre para mi blog.
- ¿De qué va a tratar?
- De hablar de mis cosas y de quejarme sobre el mundo.
- Uhm, ¿en español?
- Sí. Algo sencillo, algo rompedor, algo cool, algo maravilloso, algo espectacular, algo me he emocionado al verlo.
- A ver que piense. ¿Nombre serio o tipo ehmiramesoyunapatata?
- Eso, eso.
- Entrecogollosandaeljuego. O loquetuabuelanuncatedijonitediraporqueestámuerta.
- Jajajajajaja anda.
- ¿No te gustan?
- Ya lo he puesto.

La historia de mi vida.